“La atención prenatal ofrece la oportunidad de comunicarse con las mujeres, las familias y las comunidades para brindarles
apoyo en un momento decisivo de la vida de una mujer” [1]. La finalidad de los controles prenatales es identificar a las pacientes de mayor riesgo
con el propósito de realizar intervenciones para prevenir futuras complicaciones. Estas se clasifican en 4 niveles de riesgo, siendo el riesgo 0
el caso más leve y el riesgo 3 el caso más complicado.
Uno de los casos más complicados a tratar es un embarazo gemelar con secuencia de perfusión arterial reversa (TRAP). Este problema ocurre cuando el
sistema cardiaco de uno de los gemelos hace el trabajo de ambos. El gemelo que suministra la sangre se conoce como el "gemelo bomba" y se desarrolla
normalmente en el útero. En este caso, es vital un correcto control prenatal, el cual se realiza a través de la historia médica y reproductiva de la
mujer, el examen físico, la realización de algunos exámenes de laboratorio y exámenes de ultrasonido.
“La Organización Mundial de la Salud (OMS) concibe un mundo en el que todas las embarazadas y recién nacidos del mundo reciben una atención de
calidad durante el embarazo, el parto y el periodo postnatal. Se ha constatado que, cuando se realizan en tiempo oportuno prácticas apropiadas
basadas en datos objetivos, la atención prenatal puede salvar vidas” [1]. Es por ello que en la actualidad, las tecnologías relacionadas al control
prenatal se basan en la mejora de la experiencia del monitoreo del feto, ya que de esta manera no solo se podría disminuir la tasa de mortalidad y
morbilidad materna, sino también mejorar y ampliar la calidad de vida de las embarazadas, aumentar la utilización de los servicios de atención de
la salud e incrementar la calidad de atención de estos.